jueves, 10 de mayo de 2012

Isla de las flores

"Isla de las flores"


En el 2005 compuse está canción luego de vivir por primera vez una noche entera de llamadas en la ciudad de Montevideo.
Acá esta grabada para mi primer disco, con una cuerda de tambores tocadas por Tomás Finkelstein y Esteban Liberzuk.

Vamo arriba!

y que lo disfruten...

Para escuchar hacé clik acá: Isla de las flores


Son susurros en la noche
Que te abrazan como el viento
De un dolor fiero y antiguo
Del comienzo de los tiempos

Son los fuegos como estrellas
Que brotando en cada esquina
Van consumiendo miradas
Y encendiendo mi alegría

Estandartes y banderas
Que descienden de la noche
Como los dioses lejanos
Bendiciendo los tambores

Y ese perfume del río
Que se derrama en balcones
De caritas apretadas
Que sueñan tocar candombes

Es la llamada
huye la brisa
de la madera
sueña la vida

Es la llamada
cielo perdido
en donde cantan
los perseguidos

Es la llamada
dolor y encanto
para que bailen
los olvidados

Es la llamada
y se confunden
todos los mares
y el río dulce


domingo, 6 de mayo de 2012

Huellas en el aire

Sobre “Huellas en el aire”

Compuse esta canción entre octubre y noviembre de 2008, se habían cumplido dos años de la tragedia y una noche, casi de golpe, trabajando en otra cosa, parte de esta letra me sorprendió y casi enseguida nació el germen de la música. Fue así que, de a poco, comprendí que se trataba de mi propio duelo, de poner en música aquello que tanto me había angustiado durante esos primeros dos años: las distintas formas del dolor.
El abismal dolor de madres, padres, hermanos…
El que se escondía en los ojos de los alumnos, mis alumnos, que habían perdido a sus amigos y compañeros y que yo veía a diario en el aula, en el patio de la escuela y a los cuales, por momentos a falta de palabras, solo atinaba a mirar a lo ojos y a preguntarles “¿Cómo estás?”, esperando que entendieran que detrás de esa pregunta había un abrazo.
Y el que circulaba por los pasillos, escaleras y aulas de nuestra escuela; el de las preguntas sin respuestas, el de la certeza de que nada de lo que hiciéramos sería suficiente para calmar tanta tristeza.
Así nació “Huellas en el aire”, desde ese lugar fue tomando forma.

5 de mayo de 2012

https://www.youtube.com/watch?v=4-dUf9Z1zqI.

más información sobre la tragedia de santa fe:  http://www.conduciendoaconciencia.com/



Quedaron en un camino
restos de mi,
la brisa fresca envuelve
las voces que te han de llegar.

El viento sigue trayendo
tu aliento azul,
caricia eterna
de un suave color infinito.

En un lugar del pasado
yo estoy ahí,
siento la brisa tenue
entre mis dedos de sal.

¿Dónde pondré tu costado?
¿Dónde tu vos y tu olor?
Huellas en el aire  vos y yo.

El viento te irá dejando
mi aliento azul.
Tus ojos me iluminan
desde un opaco cristal

El amor es transparente
aire de luz,
río invisible que lava
una herida que no sanará.

¿Dónde pondré tu costado?
¿Dónde tu vos y tu olor?
Huellas en el aire  vos y yo.

Octubre / noviembre 2008


sábado, 5 de mayo de 2012

MI abuela y la mojigata


Promediando el verano, recibí la noticia, desde Montevideo, que una vez más la querida y admirada murga "La Mojigata" quedaba afuera del concurso de carnaval.
Acá van las palabras que surgieron a modo de abrazo rioplatense:


Mi abuela cocinaba, de vez en vez, una pastafrola, que como todos saben, debe ser de dulce de membrillo, que era la delicia de todos sus nietos y de los amigos de sus nietos y, por qué no, luego, de sus bisnietos y de los amigos de estos.
Digo cocinaba, porque ahora casi no la hace, aunque si alguien se la pide, allá va ella y encarga lo que le falte y con un poco de esfuerzo, se manda una de esas pastafloras que no podés parar de comer.
Cuando alguien le preguntaba por los ingredientes, por la receta, ella siempre contestaba vagamente, y aún hoy lo hace: sucedía que su pastafrola siempre sabía diferente y siempre era exquisita. Había, ciertos detalles librados al azar y precisamente eran esos detalles los que hacían que se abstuviera de dar una receta, no por celos “profesionales”, no: es que a último momento le agregaba algo que su gusto le pedía: “a esta le puse un poco de canela” o “como tenía limones le agregue un poquito de ralladura”, y así cada vez.
Su torta era siempre la misma y siempre era diferente: la abuela no se cansaba de sorprender a nuestro paladar. Y la razón de esas variaciones eran muy simple, era algo que ella hacia con amor para sus nietos.
Es decir, ella conocía la técnica, sabía de los rubros de la pastafrola: que tiene que ir en qué momento y con qué, pero también esta era su manera de hacernos saber algo de ella, algo de la vida o simplemente decirnos que nos amaba, que éramos especiales.
Porque amigos, ella, (y muchas abuelas), cocinaba con amor, con el deseo de que al otro le guste lo que ella hacía, de que los otros, sus nietos y sus amigos disfruten de una tarde de mate y charla. Pienso que quizás era la forma mas sencilla que ella tenía para brindarnos su mirada, o me corrijo, su mejor mirada, sobre el mundo.
Conocí a “La Mojigata” en el verano del 2001, creo, había visitado con otros amigos la ciudad de Montevideo y fue en un tablado del que no recuerdo el nombre, que vi parte de su presentación: el cuplé era el de “los inadaptados de siempre”.
Desde ese día y hasta hoy, siempre que puedo trato de ver esta murga, porque me parece divertida, profunda, porque siempre me quedan dando vueltas en la cabeza alguna cosa que dijeron o cantaron, porque me emocionan y porque creo que hace pensar a quien la escucha atentamente.
Sabemos que la crítica mas habitual que les hacen es que “el coro no suena bien” o que a veces “desafinan” y esto es cierto, pero también es cierto que lo que deja en cada tablado La Mojigata es mucho más que un coro que “a veces desafina”. Si salir en una murga fuera solo eso, creo que todo sería más fácil y mucho más pobre.
Cuando en el 2010 hicieron el cuplé de los menores me recuerdo a mi, riendo y disfrutando de cada instante hasta que Facundo toma ese megáfono y dice “estos son un piedra en el zapato del trabajador…”, y luego: “vinieron en una nave espacial…” etc, etc, y toda la risa se me ahogó en la garganta y creo que en la de varios más.
Ahí estaba la murga diciendo algo que pocos dicen pero lo más importante: de un modo que nadie dice.
Es que esta, quizás, sea una de las funciones del arte: mostrarnos el mundo de un modo distinto, y que a través de los extraños y profundos caminos de la belleza nos preguntemos aunque sea una vez, por nuestra propia existencia.
Hoy me enteré que una vez más La Mojigata quedó afuera del concurso de carnaval, confieso que al principio me dio un poco de enojo: es injusto, me dije.
Pero luego, empecé a pensar que no, que no es injusto, que al contrario es bastante justo o cuando menos lógico.
Y me acordé de la torta de mi abuela, esa torta que era siempre la misma pero siempre distinta porque estaba hecha con algo que supera por mucho a la técnica, que estaba hecha, no pensando solo en los ingredientes sino en algo que los trasciende, más allá de los rubros, su fin era comunicarnos su amor.
Creo que esta maldita murga o esta murga maldita, como quieran ustedes llamarla, esta murga que siempre queda afuera, o la dejan afuera, es grande por eso: siempre es la misma y siempre es distinta.
Porque es una murga de artistas, y los artistas, cuando lo son de verdad, muchas veces no entran en los rubros que alguien impone, o quiere imponer; porque la sorpresa y la emoción no son rubros y esta bien que no lo sean y entonces; La Mojigata, nuestra querida Mojigata, la que siempre nos va a sorprender, la que siempre nos va a emocionar, y siempre, aún con el coro “desafinado” nos va a calar en el alma, está bien que quede “afuera” porque es la manera que encontraron, muchachos y muchachas, de quedar dentro de la gente que va a verlos a cada tablado.
Y entonces no es injusto que en un carnaval signado por los rubros y si me permiten, por el mercado, por las publicidades y los sponsors, ustedes queden afuera.
Sé de su compromiso con sus ideas, de su no transar con aquellas cosas que les facilitaría la tarea pero empobrecerían la obra, y esto tiene un nombre y varios costos.
Entonces, amigos, digámoslo sin vergüenza: está bien que no haya ni el en carnaval, ni en ningún otro lado, un rubro para el arte y para el amor.



Buenos Aires
15 de Marzo 2012


"La mojigata" en un ensayo; febrero 2012.
Foto: Leonel Martinez



nunca lo pensé, pero ya ven

Hola, nunca pensé en escribir un blog, pero ya ven, acá estoy.
La idea es compartir algunas cosas de un modo menos fugaz que en otros soportes.
Así que, aquí, iré compartiendo músicas y textos nuevos o viejos que tenga ganas de mostrar.
Hasta la próxima...